Nueva Ley Universitaria: Puntos y contrapuntos de la #autonomía #universitaria

 

Desde su inicio, la reforma del texto sustitutorio de la #Ley # Universitaria ha dividido a la sociedad poniendo por una parte al congresista #Daniel #Mora, y en el otro extremo a estudiantes y rectores de las universidades que se enfrascan en una lucha por tener un consenso. Las modificaciones han remecido a la comunidad educativa, dando como consecuencia huelgas, enfrentamientos, pronunciamientos a favor y en contra, universitarios y autoridades en las calles.

Varios son los aspectos que pretenden mejorar la calidad educativa, la Comisión de Educación del Congreso ratifica un modelo más drástico y menos benevolente para la comunidad educativa. Pero la pregunta es por qué tanto estudiantes, docentes y rectores rechazan esta nueva ley universitaria, aun asumiendo que se tiene que hacer una reforma en la educación, teniendo en cuenta que la #LeyUniversitaria está ya casi 30 años de vigor y se necesita una reestructuración.

Tanto para los universitarios del país, como para la asamblea de rectores se estaría atentando y poniendo en peligro la autonomía de las universidades ya que dependerían de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (SUNEAU), institución que reemplazaría a la Asamblea Nacional de Rectores y generaría un centralismo en la educación y no permitiría el desarrollo de las regiones.

“Nosotros necesitamos una nueva Ley Universitaria, eso es indudable, en lo que discrepamos es la creación de la superintendencia que se va a convertir en un aparato burocrático y que va a depender del gobierno de turno. Esta superintendencia va liquidar la autonomía, va centralizar la educación”, indica el rector de la Universidad Nacional del Altiplano, Lucio Ávila Rojas, quien junto a estudiantes se moviliza en rechazo a esta ley.
Sobre este punto que se trata en el capítulo 2 no se menciona que se vulnere la autonomía todavía se hace mención en el texto que las universidades son autónomas para formular sus planes de carrera, su metodología y su cátedra. La ley dice que la libertad de cátedra se respeta y que las universidades seguirán siendo autónomas.

Ante esto, Ávila Rojas menciona que las personas que conformarán la SUNEAU serán personas escogidas y no se tomaría en cuenta a las regiones, lo que generaría un centralismo poniendo bajo este organismo a las universidades.

Así también lo considera el gerente general de la Municipalidad Provincial de Puno, Ricardo Álvarez González, quien considera que la ley atenta contra las universidades y tanto la forma como se le plantea no es buena; ya que con una ley no se pueden solucionar problemas estructurales de la sociedad, debiendo primero reforzarse la educación básica regular.

“Si bien es cierto que en el fondo hay un sentimiento nacional que debe mejorar la calidad educativa en la universidad y creo que nadie podría discutir; sin embargo las formas que se proponen para estas reformas no son las más adecuadas y debe procurarse mayor debate de esta norma donde participen los actores principales que se invite a los rectores a participar del debate de esta ley desde la universidad”, afirma Álvarez Gonzáles.

Si bien la propuesta de esta nueva Ley Universitaria se está formulando para la reforma educativa de la calidad de enseñanza se debe de resaltar un punto importante, como lo es la educación básica regular, que nos ha demostrado ser una de las peores, más que la creación de una ley se debería realizar una reforma estructural.

“En este país el principal error fue creer de que una ley es la solución a los graves problemas estructurales que tenemos, se acusa a las universidades de que no hay calidad de educación, pero yo les hago la pregunta: en esa lógica dónde queda la responsabilidad del Estado en la educación básica regular. Si no tenemos una buena base va ser muy difícil que por arte de magia una universidad pueda corregir estas deficiencias y debilidades”, sostiene Álvarez González.

Otro de los puntos, como menciona Edwin Odilón Mamani, miembro del Consejo Universitario y que provoca sus luchas, es que con esta ley se está atentando contra la gratuidad de la enseñanza de la educación que pasaría a ser un servicio y la libertad de cátedra. Con respecto a la libertad de cátedra se menciona en dicha ley que es autónoma.
En tanto que Lourdes Abarca ex directora de la DIRCETUR y administradora del Hotel Conde de Lemos, considera que el Estado te brinda tu primera carrera como para que tú ya con ella puedas defenderte y con ella sustentar otra si es que así lo decides. Mientras Álvarez González discrepa con esta percepción y considera que aquellos que reúnan las condiciones para seguir otra carrera se les debe otorgar esta posibilidad.

También se considera la investigación en dicha ley, en el capítulo cinco se menciona que la obtención del bachillerato no es automático y que se requiere investigación, lo mismo sucede en el caso del título, también menciona el aprendizaje de lenguas extranjeras o nativas.

Con respecto a ello Lourdes Abarca asume que en los últimos años los estudiantes no están saliendo con la capacidad para el mercado laboral, que se debe fomentar la investigación y que este punto seria crítico para mejorar esta parte en los estudiantes, el mercado laboral sigue siendo una competencia pero que se debe de apostar por Puno, sabiendo que se pueden mejorar bastantes puntos, como lo hace ella en su empresa.
Asimismo Lucio Ávila expresó, no obstante, que las universidades van camino a mejorar su calidad y que incluso se está invirtiendo en esas mejoras, por lo que consideró que sería un despropósito supervisarlas mediante una superintendencia, como lo plantea el dictamen de ley universitaria aprobada por la Comisión de Educación del Congreso.

“Cómo pretendemos mejorar la educación si el mismo Estado no ha podido llevar a cabo un concurso de directores hasta en dos oportunidades, con esa ineficiencia el Ministerio de Educación pretende administrar la educación universitaria”, señala Alcides Flores Paredes, del Sindicato de Docentes de la UNA, respaldando la autonomía de las universidades.
Al final, los actores de la comunidad universitaria, como del sector público y empresarial afirman y reiteran que se necesita y están de acuerdo con reformar la educación, pero con la aclaración de que el proyecto de Ley Universitaria que defiende e impulsa el congresista Daniel Mora, no resuelve los problemas de gobernabilidad, eficiencia y calidad educativa, que vá más allá del cumplimiento de ésta, sino que es problema de la sociedad.

Fuente: Karla Payi Huanca / Web Los Andes