Open top menu
lunes, 8 de septiembre de 2014
LA AUTONOMIA UNIVERSITARIA COMO IDENTIDAD Y VALOR DE LA UNIVERSIDAD


Unión de Universidades de América Latina y el Caribe UDUAL, hace patente su respaldo a defender la autonomía para garantizar la contribución genuina de la universidad a la sociedad. Hoy en el Perú, estos valores fundamentales para la vida universitaria, particularmente de las universidad públicas, se encuentran amenazadas.
Read more
Ex presidente de la ANR pide ampliar plazos de la Ley Universitaria


Iván Rodríguez quiere prorrogar implementación. Daniel Mora asegura que se trata de un mecanismo para dilatar cumplimiento de la norma.

Ante el retraso de la mayoría de universidades públicas para la implementación de la nueva Ley Universitaria, el ex presidente de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) Iván Rodríguez propuso que se modifique el cronograma del proceso de adaptación. Esto porque, según su opinión, la norma no se ajusta a la realidad de las casas de estudio.

“Los plazos son demasiado cortos. Lo lógico sería que por lo menos se tengan que ampliar los plazos, eso sería ajustarse a la realidad. La ley ha afectado a las universidades nacionales con la disolución de su asamblea universitaria. Van a haber elecciones una tras otra, eso implica presupuesto y habilitación de personal”, precisó el también rector de la Universidad Ricardo Palma.

Al respecto, según el presidente de la Comisión de Educación del Congreso, Daniel Mora, los plazos fijados por la ley son los necesarios. Incluso aseguró que estos pedidos solo responden al interés de los rectores por dilatar la implementación de la Ley Universitaria.

“El plazo es suficiente. El tema es que no quieren cumplir la ley y quieren retrasarla. En algunos casos hay justificación, pero la mayoría no quiere cumplirla. La ANR no está dejando entrar al grupo de trabajo del Ministerio de Educación”, dijo el legislador Mora, quien ratificó que el Congreso denunciará a los rectores que no cumplan con la norma.

Para Rodríguez, que Mora diga que denunciará a los rectores es una “confusión de funciones”. Esto porque según el ex titular de la ANR, es el Poder Judicial el que debe hacer cumplir las leyes y no el Legislativo, que es quien las expide.

Habrá seguimiento
Por otro lado, Daniel Mora anunció que la Comisión de Educación creó una subcomisión de seguimiento de la Ley Universitaria, grupo que se encargará de vigilar el seguimiento de la norma a nivel general. Sin embargo, el propio legislador de Perú Posible realizará viajes al interior del país para hacer una supervisión aleatoria.

“Ellos van a hacer un seguimiento del cumplimiento de la ley en forma general. Pero yo voy a comenzar a visitar algunas universidades de forma aleatoria. Esto para ver dónde no se está cumpliendo la norma”, declaró el presidente de la Comisión de Educación.

El grupo liderado por el congresista Sergio Tejada realizará una serie de viajes para la supervisión de las casas de estudio.

Por otro lado, Daniel Mora ratificó su denuncia de que en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos el rector Pedro Cotillo busca dilatar la implementación por un año.
Por último, hay que recordar que el Ministerio de Educación anunció que para octubre estará operativa la Superintendencia Nacional de Educación Superior (Sunedu).

Fuente: http://www.larepublica.pe/06-09-2014/ex-presidente-de-la-anr-pide-ampliar-plazos-de-la-ley
Read more
viernes, 22 de agosto de 2014
Tribunal Constitucional debe modificar de inmediato la Ley Universitaria 30220

 
Plantea desde Trujillo jurista Ántero Flores-Aráoz
Trujillo.-
Aspectos fundamentales de la Ley Universitaria 30220, principalmente en lo relacionado con la creación de un ente sujeto al Ministerio de Educación, debe ser modificado en lo inmediato por el Tribunal Constitucional, señaló el jurista y ex ministro Ántero Flores-Aráoz, durante una masiva conferencia magistral y debate.
El jurista precisó que si bien en la ley aprobada se señala en sus primeros artículos explícitamente que las universidades son autónomas, en sus artículos  siguientes le da todas las potestades administrativas, normativas, de gobierno, académicas y económicas a la Superintendencia de educación superior universitaria “adscrito al Ministerio de Educación” que contradictoriamente decide todas estas funciones.
Enumeró, por ejemplo, que en los artículos de atribuciones del Sunedu 12, 13, 14 15, 16 le dan todo el poder para estar por encima del sistema universitario, por estar adscrito al Ministerio de Educación, quedando las universidades imposibilitadas de eficacia jurídica por la mayor capacidad que la ley le da al Sunedu. Y ya sabemos las consecuencias de una Universidad que dependa de las decisiones políticas y administrativas de los gobiernos de turno. Caro deseo de muchos gobiernos y dictaduras.
Más aún cuando en su conceptualización, el artículo 18, la Universidad peruana “es la comunidad de profesores, alumnos y graduados”. “La Sunedu ha nacido abortada completamente, por torpeza legislativa y apresuramiento”, detalló Flores-Aráoz.
De otro lado, argumentó que para aprobar una Ley Orgánica se necesita tener un quórum de la mitad más uno de los congresistas, vale decir 66 votos, y no sólo 55 votos a favor como ocurrió. Citó los artículos 90 y 106 de la Constitución que es clara al precisar que “para su aprobación requiere el voto de más de la mitad del número legal de miembros del Congreso”.
Otro aspecto que se criticó fue el artículo 84 que señala como edad máxima para la docencia universitaria los 70 años, desconociendo toda explicación científica y ética acerca de las capacidades de las personas. Además ya hay jurisprudencia vinculante del Tribunal Constitucional que ha dispuesto que el “docente universitario no tiene límites de edad, siempre que esté en buenas condiciones física y mentales”.
Como se conoce, diversas universidades, por una parte y 52 congresistas de otro lado, han presentado sendas demandas de inconstitucionalidad a la controvertida norma.
Ante un Paraninfo abarrotado de profesores, estudiantes y trabajadores, actuaron también como panelistas los docentes Carlos Vásquez Boyer y Víctor Quilcat, teniendo como moderador a Hermes Escalante.
Fuente:
http://newstrujillo.com/tc-debe-modificar-de-inmediato-la-ley-universitaria-30220/


Read more
jueves, 21 de agosto de 2014
Enrique Bedoya Sánchez reelecto como Presidente de la Honorable Academia Mundial de la Educación


Muy apreciados y estimados miembros de la Honorable Academia Mundial de Educación

En mi calidad de Presidente de la Asamblea Internacional, llego a ustedes para transmitirles mi más cordial saludo y aprecio por la noble tarea que emprenden como directrices de la educación mundial. Por ello, para nosotros es un compromiso y responsabilidad  el rol activo que nos toca ejercer como educadores ya que creemos que el presente y el futuro de los pueblos se encuentran en nuestra educación.

Por ello, nuestra mayor responsabilidad como líderes y educadores es ofrecer a nuestra niñez y a nuestra juventud la esperanza de un mejor porvenir, ayudándoles a creer que sí existe un puente hacia ese futuro, mediante la educación.

Asimismo, aprovechamos la oportunidad para hacer de su conocimiento que ya se encuentra abierta la convocatoria a las autoridades, investigadores, científicos y docentes destacados en el ámbito educativo para integrarse al selecto grupo de profesionales que pertenecen a la Red Mundial de Educación.

En  nombre de la Asamblea Internacional de la Orden espero verlos para poder unir esfuerzos para consolidar los cambios y lograr una nueva educación de impacto en  favor de millones de seres humanos.

Doy por iniciada la X Convocatoria a las Cátedras Magistrales, que se llevará a cabo los días 26, 27, 28 y 29 de Agosto en el Centro Expositor en la ciudad de Puebla - México.

Dr. Enrique Bedoya Sánchez
Presidente de la Honorable Academia Mundial de la Educación
Vice - Presidente de la Asamblea Nacional de Rectores del Perú

Rector de la Universidad Tecnológica del Perú - UTP
Read more
lunes, 18 de agosto de 2014
Condecoran al DR. ENRIQUE BEDOYA SÁNCHEZ con la Medalla al Mérito Universitario


Primer vicepresidente de la ANR recibió Premio al Mejoramiento de la Educación y designado embajador de la universidad venezolana.


La Universidad Nacional  Abierta (UNA), de Venezuela, condecoró al Dr. Enrique Bedoya Sánchez, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) y rector de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), con la Medalla al Mérito Universitario por su destacada labor profesional, su formación, experiencia y valores hacia la Educación y sus Ciencias.

Mencionado reconocimiento académico fue entregado, el 15 de agosto, por el Dr. Manuel Castro Pereira, rector de la mencionada universidad llanera, quien asimismo designó a Bedoya Sánchez como embajador de la UNA.
Read more
jueves, 7 de agosto de 2014
Ley universitaria: TC admitió a trámite demanda contra norma inconstitucional

 

La acción interpuesta por los congresistas del fujimorismo cumple con los requisitos para ser revisada por tribunal

El Tribunal Constitucional admitió a trámite la demanda de inconstitucionalidad interpuesto por la bancada de Fuerza Popular contra la nueva ley universitaria.

La admisión a trámite significa que el recurso cumple con todos los requisitos formales para que los magistrados del colegiado puedan analizarlo.

Tras ello, los jueces constitucionales deberán programar una fecha para escuchar los informes orales de las partes litigantes.

Según explicó hace unos días la legisladora fujimorista Martha Chávez, el principal cuestionamiento a la reforma universitaria es la creación de una superintendencia que vele por la calidad de los centros de estudios y que esté adscripta al Ministerio de Educación (Minedu). “(La superintendencia) no es el mejor camino para corregir los problemas del actual modelos universitario”, dijo.

Consideró que la ley universitaria “es imperfecta” e indicó que en tres meses las universidades públicas enfrentarán situaciones complicadas, porque todas sus autoridades serán cesadas, hasta la elección de otras bajo un nuevo estatuto.

Lee la resolución del TC que admite a trámite demanda contra ley universitaria [PDF]

 

Read more
lunes, 5 de mayo de 2014
Beingolea: Nueva ley universitaria liquida la inversión privada


El proyecto de la nueva Ley Universitaria, que será debatido en los próximos días en el Pleno del Congreso de la República, enfrenta serios cuestionamientos provenientes de diversos sectores de la oposición. Uno de los principales críticos de esta pretendida reforma es el legislador del PPC, Alberto Beingolea, quien concedió una entrevista a EXPRESO, en la que explica sus reparos a la controvertida norma.
–El congresista Daniel Mora asegura que con la nueva Ley Universitaria, las universidades dejarán de estafar a los padres de familia. ¿Usted cree lo mismo?Esa es una gran mentira. Este nueva ley universitaria no resuelve nada de lo que dice el general (Mora), seguirán ocurriendo las mismas cosas que tanto le preocupan al general.
–Entonces ¿qué resuelve esta ley?Esta ley, como está planteada, lo único que resuelve es cómo castigar y liquidar a la inversión privada en la educación. Además trata por todos los medios de impedir que los capitales privados entren a la educación. Insisto, con esta ley seguirán las mismas universidades que tanto critica el general.
–¿Tanto daño ha hecho la inversión privada a la educación universitaria?Es que el tema de fondo no es la inversión del sector privado, el tema de fondo es cómo mejoramos u optimizamos la enseñanza. El tema de fondo es cómo generamos condiciones saludables para que sea eficiente y clara, y, de esta manera, mejorar de manera integral la enseñanza.
–¿Qué garantía tenemos de que el Gobierno cumpla con su proyecto de tener una enseñanza universitaria de primer nivel?Pero si el Gobierno no ha podido mejorar la educación primaria ni secundaria, cómo diablos promete que va a mejorar la enseñanza universitaria. Eso es mentira, un imposible. A nivel escolar seguimos en el último puesto de la prueba PISA y el Estado ha sido incapaz de mejorar esto.
–¿Qué representa la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria?Que nos hace recordar a las épocas del dictador Juan Velasco Alvarado, aquellas épocas donde la educación universitaria fue un fracaso total, a tal punto que fue fortín de movimientos subversivos. Muy por el contrario, en el Perú necesitamos abrir el mercado educativo. Que se pueda ejercer una supervisión estricta, en eso todos estamos de acuerdo, pero el problema de fondo es cómo mejoramos la enseñanza.
–Si no se mejora la enseñanza en las universidades, si se aleja a los inversionistas, ¿qué pretende esta ley, qué está detrás?Lo que pretende el general Mora es alejar a los inversionistas. Que las universidades sean privadas, pero sin fines de lucro, lo que demuestra una ignorancia, un desconocimiento total de cómo funciona el capitalismo, que si inviertes dinero, tienes que ganar dinero. De eso se trata una inversión. Es como si a los que venden autos o refrigeradoras les dijeran que no pueden ganar dinero porque hay una demanda social de por medio. O que tendrán utilidades hasta un límite establecido por el Estado. Es un absurdo.  Entonces el mercado se viene abajo, fracasa. ¿Quiénes son los más perjudicados? La población. Ahí quiero verlo al general (Mora) qué dice.
–¿Y por qué cree que el congresista Mora ha hecho todo esto?Mira, de la forma como está diseñada esta ley impulsada por el general Mora, sólo saldrán mediocres universitarios. Eso lo tengo claro. Y el general Mora lo primero que tiene que hacer es dejar de lado sus fobias personales. Si él odia tanto a una o unas universidades, como la Garcilaso por ejemplo, no debería poner en riesgo todo el sistema universitario, la enseñanza de millones de jóvenes. Sus obsesiones no pueden perjudicar a todos. El desarrollo de esta ley sólo generará un caos total.
“No más títulos a nombre de la Nación”
–Hasta el momento sólo hemos escuchado críticas. ¿Cuáles son sus propuestas para mejorar este proyecto que aparentemente será debatido este miércoles?
Hay que tener una ley que nos brinde las condiciones para que pueda haber calidad educativa de manera general. Para comenzar hay que evitar igualar a las universidades, sino que todas compitan entre sí, que se genere una competencia sana, pero profunda, para ver quiénes sacan mejores profesionales.
–¿Y cómo se puede lograr eso?En primer término, los títulos profesionales no deben otorgarse a nombre de la Nación, de tal manera que cada profesional será titulado por su propia universidad de origen. Así eliminaremos que todos los egresados sean iguales porque a todos se les da un título a nombre de la Nación, sin distinción alguna. Una cosa es la enseñanza en la universidad “A” y otra muy distinta en la universidad “B”. Pero al final, todos tienen el título a nombre de la Nación, entonces ¿cómo compiten entre ellas, si todas son iguales finalmente?
Fuente: Diario Expreso
Read more
Ley universitaria: claves, posiciones políticas y críticas

SEBASTIAN ORTIZ MARTÍNEZ @Shebas07
Aunque el debate de la nueva ley universitaria aún no empieza, su sola puesta en la agenda del pleno del Congreso ya ha generado un cruce de opiniones entre su principal promotor, Daniel Mora (Perú Posible) y la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) así como de legisladores, como Alberto Beingolea (PPC-APP) que se oponen a la iniciativa, a la que acusan de intervencionista.
El principal cuestionamiento que pesa sobre la reforma universitaria es que plantea la implementación de una superintendencia que esté adscrita al Ministerio de Educación. Entre sus funciones están supervisar la calidad de la educación, fiscalizar el uso de los recursos y la autorización o negación a la creación de nuevas casas de estudios en el país.
Según afirmó el vicepresidente de la ANR, Enrique Bedoya Sánchez, la aprobación de dicha instancia atentaría contra la autonomía de las universidades.
“Si este dictamen se llega a aprobar en el Parlamento, ya no habrá crisis en el ámbito universitario, ¡habrá una tragedia total! ¡El remedio se convertirá peor que la enfermedad! ¡Se habría cometido un ‘universidicidio’! Lo único que se está haciendo con esta ley son actos punitivos, no se está haciendo una actividad proactiva. Además, se atentaría contra el artículo 18 de la Constitución, que sostiene la autonomía universitaria”, enfatizó en Canal N.
En esa línea, adelantó que si la reforma universitaria es aprobada tal como está, la ANR presentará una demanda ante el Tribunal Constitucional para dejarla sin efecto.
“Si se aprueba esta ley, ¡la impugnaremos! Habrán acciones de amparo, porque hay 50 razones inconstitucionales de contenido y de forma que demuestran que esta ley es incapaz”, refirió.
MORA DEFIENDE REFORMA
En respuesta, el presidente de la Comisión de Educación, Daniel Mora, aseguró que la nueva ley no vulnera la autonomía universitaria ni viola la Constitución.
“Es sumamente constitucional y, más aún, se hace caso a la sentencia del Tribunal Constitucional cuando él dispone que se cree una superintendencia (…) No se acaba con la autonomía (universitaria), esa es la gran falsedad”, detalló en Radio Programas.
Mora explicó que esta entidad externa a las universidades se encargaría de supervisar la calidad de la educación universitaria, pues el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace) solo acredita sin fiscalizar.
El peruposibilista también recordó que la iniciativa cuenta con el respaldo suficiente para ser aprobada.
“Creo que tenemos los votos suficientes para que esta ley se apruebe por mayoría simple. Tenemos los votos, pienso yo, de Gana Perú, de Perú Posible; Unión Regional probablemente también se asocie a esta posición e, igualmente, Acción Popular”, concluyó.

Read more
El príncipe, los quesos y la nueva ley universitaria

Ricardo Vásquez Kunze,Desayuno con diamantes
El príncipe entró por la cocina pues tenía las botas imposibles de barro. Eran de hule amarillo, del que ya no quedaba sino lunares. Sin perder tiempo, pues su café lo esperaba hirviendo en el mesón de la servidumbre, el heredero del trono británico se deshizo de un poncho verde olivo, también de hule, mientras pasaba una mano despreocupada por su tweed de patrón Houndstooth un tanto pasado de moda. Unas cuantas gotas salpicaron a su secretario, que, de inmediato, recibió una sobria amabilidad del príncipe de Gales. Carlos estaba de espléndido humor esa mañana. La tormenta que asoló la comarca no había hecho mayor estropicio en Duchy Home Farm, la granja en la que el príncipe cultiva sus zanahorias, espinacas y manzanas a los pies de Highgrove, su campestre mansión de temporada. Por eso es que, ni bien instalado en la cocina, el súbito estremecimiento del príncipe, mientras ojeaba el diario, causó susto y mucha confusión.
Se trataba de los quesos franceses… esos que estaban servidos en su mesa y que Carlos adoraba: arruinados. Todo estaba a punto de decidirse en Bruselas por los burócratas de la comunidad. No recuerdo bien los detalles de esa vieja nota, pero el asunto es que no cumplían con los “estándares de calidad” mundiales a los que buscaban ceñirse las normas europeas. Las infinitas bacterias, causantes de su delicia, eran “insalubres” para los tiempos que corren. Ello “atentaba” contra la “competitividad”, pues los quesos y sus bacterias –decían los “expertos”– no podrían entrar a los exigentes mercados de los cuatro puntos cardinales, ni se diga de los de la Unión Europea.
Francia, por supuesto, había gritado al cielo. Nunca había tenido problema con la “exigencia” de los mercados mundiales porque sus quesos, con sus bichos de todos los pelajes, son los más cotizados del mundo. El “mundo” para los franceses se reducía a paladares como los del príncipe Carlos y a la milenaria tradición y fama de su reputada cocina. Así, pues, si los quesos le gustaban a un príncipe, era porque no podían ser mejores. Y lo que era bueno para el príncipe era bueno para el que pretendía ser uno en Walmart, Wong o Metro y no al revés.
En el Perú el debate por la “calidad del queso” está hoy en la tajada del lucrativo mercado de las universidades. Una nueva ley está a punto de debatirse en el Congreso para “mejorarlas”. Como el camino al infierno está siempre empedrado de buenas intenciones hay que tener bien claro cuál es el infierno. Para algunos el infierno es el fin del negocio. Se acabará con la inversión y, pues, con la universidad. Por ello, en “nombre de la universidad”, el empresariado es el que ha levantado más la voz.
Pero el hecho es que la ley no mejorará la calidad universitaria ni la inversión tampoco. Y esto se debe a que la premisa de la cual parten reguladores y proinversionistas es que la universidad debe ser para todos. Ese es el mito de la igualdad puesta al servicio del negocio. Su corolario es siempre la masificación. Y si hay una verdad en este mundo, es que nada masivo tiene calidad. Por lo tanto, concebir una universidad para todos nunca se tendrá por más inversión traducida en costosos procesos de certificación internacional que cuelguen en los rectorados.
Por lo pronto, se va haciendo falso que, para el perfil universitario, la competencia mejore la calidad en el marco de un mercado masificado. Por el contrario, la arruina. Basta con ver la rigurosidad de los procesos de selección de ingreso cuando las universidades se contaban con los dedos de la mano para comprobar que, después de las reformas liberales de los 90, hoy entra cualquiera. Antes, no. Entraban los que debían entrar, que eran muy pocos y se quedaban afuera los que debían, que eran legión. ¿Que adónde debería ir esa legión? No lo sé, pero no a la universidad. Hoy es esa legión la que sale de todas las universidades, nuevas y viejas por igual. Ese es el resultado de la “competencia”.
Querer convertir a todos en el príncipe Carlos es imposible. En esa quimera igualitaria lo único que se logrará es arruinar la excelencia de los quesos de su mesa. No habrá entonces ni príncipe ni buenos quesos. Para la calidad ese es todo el dilema.
Fuente: Perú 21
Read more
El proyecto de ley universitaria supondría un retroceso para la educación en el Perú

 
El pleno del Congreso va a discutir el proyecto de ley universitaria. Un proyecto que, sin exagerar, ha sido anunciado como la gran solución a los problemas de la calidad de la enseñanza.
Con ánimo de conjurar dichos problemas, el proyecto ordena tener altos estándares educativos en todas las universidades. ¿No suena a una solución mágica? ¿No sería maravilloso que bastase con que el Congreso ordenase “¡que se eleve el nivel educativo!” para que nuestras universidades tengan el nivel de Oxford? Sí, sería maravilloso. Pero, al igual que la magia, es irreal.
El proyecto, para empezar, busca elevar la calidad universitaria mediante los dictados que emitirá una nueva superintendencia. Esta iluminada burocracia, con absoluta discreción, definirá las reglas a las que se sujetará la enseñanza, autorizará la creación de universidades, carreras y programas, podrá normar contenidos curriculares, establecerá requisitos de infraestructura, resolverá en cualquier controversia sobre temas institucionales y sobre el nombramiento de autoridades, entre otras amplias facultades. Y, así, de aprobarse el proyecto, se expropiaría a las universidades de su autonomía para entregársela a esta superintendencia que definirá la estrategia de éxito de cada institución.
Claro, uno podría preguntarse: si el Estado fracasa rotundamente controlando la educación escolar, ¿por qué tendría éxito dirigiendo la universitaria? ¿Qué nos asegura que, como en el caso de los institutos superiores, su burocracia no hará que demore años aprobar una carrera ni exigirá requisitos absurdos que impidan a los alumnos recibir la capacitación que requieren? ¿Qué secreto místico guardan los futuros iluminados burócratas de la superintendencia para convertir a todas las universidades en versiones peruanas de Yale y Harvard? ¿Y por qué no lo han compartido con sus colegas del ministerio encargados de la educación escolar y superior técnica? Desde este Diario creemos que bien haría el Congreso en hacerle caso a Einstein: la definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados distintos.
Por otro lado, no sería necesario esperar que se conforme la superintendencia para ver el tipo de requisitos absurdos que puede exigir el Estado, pues el mismo proyecto de ley ya trae algunos que son sin duda notables. Por ejemplo, bajo sus estándares, Fernando de Szyszlo o Gastón Acurio no podrían ser decanos de facultades de arte o gastronomía, ni nuestro ministro de Justicia ser profesor principal de una facultad de Derecho, por no cumplir con los requisitos académicos. Asimismo, un doctorado en Filosofía o Educación por la Universidad de Cambridge no tendría validez en el Perú, pues no cumpliría con el estándar de ser un programa a tiempo completo y dedicación exclusiva. Y estos son solo algunos ejemplos del festival de exigencias absurdas que incluye el proyecto (requisitos de los que, sin embargo, inexplicablemente se exceptúa a ciertas instituciones educativas privilegiadas, como por ejemplo las militares).
Por otro lado, tampoco podemos olvidarnos de en qué situación dejaría el proyecto a los estudiantes. El general Mora, su principal autor, sugiere que los alumnos se beneficiarían porque todas las universidades tendrían el nivel de la Cayetano, la Pacífico o la Católica. El problema es (con lo dudoso que, como vimos, resulta creer que eso se pueda lograr por decreto)¿cuántos jóvenes peruanos cuentan con los recursos para pagar las matrículas de universidades que manejan ese nivel de infraestructura, servicios y personal? ¿O será acaso que el congresista Mora piensa que la educación debe ser privilegio de tan solo un grupo de afortunados?
Nadie discute que debe hacerse algo para elevar el nivel de la educación universitaria. Pero la solución es crear mecanismos para que exista más información acerca del éxito en el mercado laboral de los egresados de cada institución. Ello, a su vez, permitiría que las personas eligiesen mejor dónde estudiar, evitaría los fraudes y promovería la competencia, lo que traería consigo una mejora en la calidad educativa. La propuesta que se discute en el Congreso, por el contrario, es solo una ilusión mágica. O, en otras palabras, populismo.
Fuente: El Comercio
Read more
Universidades Católicas en contra del Dictamen de Ley Universitaria

La Comisión de Educación del Congreso de la República ha aprobado un dictamen de Ley Universitaria que será sometido al pleno del Parlamento. Frente a ello manifestamos lo siguiente:
1. Antes las cambiamtes necesidades de la sociedad, el Estado peruano tiene la responsabilidad de velar por la marcha de las instituciones, como es la Universidad Peruana. Sin embargo, para promover una formación ética y académico-profesional de calidad para la juventud peruana, es indispensable que antes de ser aprobada una nueva Ley Universitaria, sea debidamente debatida y consensuada con la comunidad universitaria y la ciudadanía. Únicamente así, la nueva norma conseguirá su fin y será útil a la sociedad.
2. El Dictamen de Ley pretende imponer en nuestro país un único tipo de universidad, donde se privilegia lo técnico, cuando vemos que el deterioro de la sociedad reclama ampliar la formación humanista. Un solo modelo de universidad impide el libre ejercicio del derecho preferente de las familias y los estudiantes para escoger el tipo de educación que decidan.
3. La propuesta de creación de una superintendencia controlista e intervencionista, que concentra excesiva autoridad en el poder político gubernamental, es contraria a la indispensable autonomía de una verdadera universidad. A ello se agrega la autoritaria disposición de cesar a todas las autoridades universitarias del Perú, que hoy ejercen sus funciones legítimamente y de pleno derecho.
4. La labor educativa en las universidades católicas es intensa en formación humanista, investigación científica, promoción de la cultura y apoyo social, por ello, debe respetarse la naturaleza jurídica de las Universidades Católicas en el Perú, que se gobiernan por sus propios estatutos y pertenecen al sistema universitario peruano, conforme a lo establecido en el Acuerdo suscrito por la Santa Sede y el Estado Peruano, aprobado por el Decreto Ley 23211
5. Es indispensable un amplio debate participativo para un consenso democrático sobre el Dictamen de la Ley Universitaria, para que sea acorde con la norma constitucional, que promueven la formación ética y de calidad, que no politice las universidades, que no les reste autonomía y que respete cuestiones esenciales como el derecho a la educación, la libertad de asociación y la iniciativa privada, entre otras.
Read more
Nueva Ley Universitaria: cuatro preguntas que serán debatidas

¿La futura ley puede cerrar las universidades?¿Es la educación un servicio público esencial?
1.¿LA FUTURA LEY PUEDE CERRAR UNIVERSIDADES?
El artículo 1 dice que la futura ley tiene por objeto “normar la creación, funcionamiento, supervisión y cierre de las universidades”.  El dictamen de Elías señala que una persona jurídica o una asociación solo pueden ser cerradas por el Poder Judicial por causas objetivas: seguridad nacional y/o contravenir las buenas costumbres.
2.¿ES LA EDUCACIÓN UN SERVICIO PÚBLICO ESENCIAL?
El dictamen en mayoría dice que la futura ley se aplica a las universidades “bajo cualquier modalidad, sean públicas o privadas, nacionales o extranjeras, sobre la base del concepto de educación como derecho fundamental y servicio público”. El mencionado dictamen en minoría recuerda que la Constitución señala que solamente la educación inicial y básica son obligatorias. La educación superior no es obligatoria y, por lo tanto, no podría ser considerada un servicio público esencial, pues no es masiva.
3. ¿LAS UNIVERSIDADES PRIVADAS DEBEN PUBLICAR EN FORMA PERMANENTE Y ACTUALIZADA LOS ESTATUTOS, SU REGLAMETO Y DEMÁS INFORMACIÓN?
El dictamen en minoría dice que las entidades privadas no tienen obligación de establecer el Texto Único de Procedimientos Administrativos (TUPA). Ello solo está reservado para las entidades públicas. Tampoco es obligatoria la publicación de estados financieros de aquellas entidades privadas, salvo las que coticen en la bolsa de valores, según la ley.
4.¿ES LEGAL QUE LOS INTEGRANTES DE LA SUPERINTENDENCIA SEAN AJENOS AL QUEHACER UNIVERSITARIO?
La propuesta en mayoría plantea que la superintendencia esté integrada por nueve miembros: uno del Ministerio de Educación; uno del Ceplan; uno del Concytec; dos designados por las universidades públicas que tengan cierto número de carreras acreditadas; dos representantes designados por universidades privadas; uno elegido por los colegios profesionales; y uno por los sectores empresariales. El dictamen en minoría advierte que la composición de esta superintendencia es inconstitucional, pues la mayoría de sus miembros son ajenos a la universidad peruana, y recuerda que el TC señaló que las universidades públicas –tal como sucede con las universidades privadas– gozan de plena autonomía y no deben recibir injerencia externa alguna.

Read more
Superintendencia universitaria sería inconstitucional, según TC

Presidente de la Comisión de Educación refutó dictamen en minoría con informe del ex presidente del TC César Landa
JORGE SALDAÑA RAMÍREZ @jlsaldanar
José Elías Ávalos, congresista fujimorista e integrante de la Comisión de Educación del Parlamento, denunció que el dictamen en mayoría de la futuraley universitaria omitió los fallos que el Tribunal Constitucional (TC) dictó en defensa de la autonomía universitaria.
Como se recuerda, el dictamen en mayoría de la Comisión de Educación del Congreso, que respaldan Gana Perú y Perú Posible, plantea crear la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Sunae).
¿Y para qué servirá esta superintendencia? “Será un organismo técnico especializado, encargado de normar, regular, coordinar, supervisar y fiscalizar a las universidades públicas y privadas, para lo cual cuenta con autonomía técnica, económica, presupuestal y administrativa”, dice el documento.
Pero el dictamen en minoría –suscrito por el fujimorista Ávalos– rechaza la creación de esta entidad, porque vulnera la autonomía universitaria que está consagrada en la Constitución Política, cuyo artículo 18 dice: “[...] Cada universidad es autónoma en su régimen normativo, de gobierno, académico, administrativo y económico. Las universidades se rigen por sus propios estatutos en el marco de la Constitución y de las leyes”.
DISCUSIÓN LEGAL
¿Qué dijo al respecto el TC en sus sentencias, las cuales no fueron tomadas en cuenta en el dictamen oficialista de la ley universitaria?
Las sentencias 017 y 019, del 2008 y 2011, respectivamente, señalan que la autonomía universitaria implica los siguientes derechos: aprobar su propio estatuto y gobernarse de acuerdo a él; organizar su sistema académico, económico y administrativo; administrar sus bienes y rentas; elaborar su presupuesto y aplicar sus fondos con la responsabilidad que impone la ley.
Incluso Elías recordó que el presidente del TC, Óscar Urviola Hani, envió al presidente de la Comisión de Educación, Daniel Mora (PP), una comunicación por escrito con respecto a la creación de la referida superintendencia. Allí la autoridad del TC dijo: “La opinión de los magistrados se refleja en sus sentencias”. Tácitamente, estaba refiriéndose a lo que señalan las sentencias 017 y 019, advirtió el congresista fujimorista.
EL DICTAMEN EN MINORÍA
El presidente de la Comisión de Educación, Daniel Mora (PP), refutó esta versión y acusó a Elías de pretender confundir a la opinión pública.
“Lo que pasa es que durante muchos años el Estado no ha supervisado la educación superior y las universidades han sido manejadas como chacras. ¡De 139 universidades, hay unas 100 que son malas!”, remarcó.
Se basó en un informe legal del ex presidente del TC César Landa para fundamentar que sí es legal la superintendencia.
“La creación de la superintendencia es una medida que permitirá al Estado asumir un rol regulador y director de la política educativa universitaria nacional”, subraya Landa.
Fuente: El Comercio
Read more
Ley Universitaria no debe aprobarse al carpetazo

 
POR ROBERTO SÁNCHEZ REYES
Para el ex viceministro de Gestión Pedagógica, Idel Vexler, el nivel universitario es un bastión fundamental para definir el perfil final de los futuros profesionales peruanos. Por ello, se requiere una Ley Universitaria que procure la calidad y mantenga la autonomía. Sostuvo que si se aprueba la nueva ley en forma rápida y sin mayor debate, sería contraproducente.
–De aprobarse la Ley Universitaria, ¿qué es lo que ésta debería asegurar?
El Perú necesita una nueva Ley concertada para el sistema universitario que permita avanzar hacia una universidad de clase internacional, para asegurar la formación de egresados de calidad  y con alta empleabilidad en el mercado profesional. Incrementar la investigación producida y, favorecer  la transferencia de ciencia y tecnología, en el marco de la sociedad global  del conocimiento, la diversidad y la competitividad.
–¿Está usted de acuerdo con la creación de la Superintendencia del Nacional de Educación Universitaria?
Centrar la mejora de la calidad de la universidad peruana en la generación de órganos y procedimientos de control e intervención, me parece inconveniente. No estoy de acuerdo con la creación de dicha entidad, que afectará la autonomía de las universidades.
–¿Es escaso el presupuesto para que las universidades peruanas investiguen como amerita el rol de un centro superior de estudios?
Según el Scimago  Institutions Ranking (SIR),  que es el ranking de países cuyas universidades están en condiciones de participar de proyectos de investigación científica de calidad,  el Perú se encuentra penúltimo en Iberoamérica con solo dos universidades: la Cayetano Heredia y la San Marcos, contra 75 universidades de Brasil o 14 de Chile. De hecho, Perú solo supera a Costa Rica y Uruguay. Entre otros factores se debe a la falta de inversión del Estado  en  investigación y desarrollo.
–Para que exista mejor gobernabilidad, mayor concentración de talento y recursos suficientes, ¿qué debe fomentar una nueva ley?
Para asegurar calidad y una mejor oferta educativa con alta empleabilidad, debe fomentar buen gobierno, gestión eficaz y eficiente con autoridades con solvencia técnica y ética. Eso no lo garantiza  el sistema de elección  universal, que se pretende aprobar;  más bien, puede traer consigo todo lo contrario.  Igualmente,   debe promover la dotación de recursos suficientes para las universidades públicas para que tengan infraestructura, equipamiento, conectividad, y materiales educativos. Y, por supuesto, favorecer la concentración del talento humano con buenos profesores e  investigadores debidamente  remunerados.
Leves avances en acreditación universitaria
-¿Qué pasa con la acreditación en el Perú?

En nuestro país existe el Sineace, que es el Sistema Nacional de Evaluación de los aprendizajes de los estudiantes. Su finalidad es contribuir a la construcción de calidad en el Sistema Educativo Peruano.  Esta responsabilidad recae en tres órganos operadores: el IPEBA para la Educación Básica y Técnico Productiva, el CONEACES para las escuelas e institutos de educación superior y el CONEAU para las universidades. En el caso de las universidades e institutos,  hay leves  avances, pero insuficientes y muy lentos.
-¿Qué cambios propone para fortalecer la acreditación de las universidades?
La acreditación es obligatoria únicamente para los institutos, escuelas y facultades que brindan carreras de salud, educación y derecho. Eso no está bien. Por eso, debiera ser obligatoria para todas las carreras.
Fuente: Diario Expreso
Read more
Las leyes universitarias en el Perú


La historia de las leyes universitarias en el Perú durante el siglo XX muestra un marcado principio antidemocrático y vertical, impuesto desde el Parlamento o la Presidencia de la República; lo que condujo a la universidad, a una permanente crisis interna y desadaptación educativa frente a los problemas del Perú profundo. Si en algún momento llegó a la universidad la vida científica, democrática y el espíritu patriótico, la respuesta fue con el sable, la clausura o el abandono.
Basta revisar la política universitaria de los gobiernos de Leguía (1919-1930), Sánchez Cerro (1931-1933), Benavides (1933-1939), Prado (1939-1945, Bustamante y Rivero (1945-1948), Odría (1948-1956), Prado (1956-1962), Velasco (1968-1975), Belaunde (1980-1985) y Fujimori (1990-2000). En la mayoría de estos gobiernos las leyes universitarias fueron resultado de la conveniencia política de manejar la universidad para sus fines particulares, y si una universidad, escapaba, a esta política, le esperaba la clausura.
El Estatuto Universitario de 1928 de Leguía fue una legislación autoritaria en la que quedó en el olvido, la autonomía: “La instrucción suprema de las universidades correspondía al Ministerio de Instrucción, asistido por el Consejo Nacional de Enseñanza Universitaria, organismo formado por cuatro delegados del gobierno y uno, de cada universidad nacional” (C. D. Varcárcel). El gobierno tuvo una absoluta injerencia en dicho Consejo.
En 1931, por la rebeldía del estudiantado, Sánchez Cerro se vio obligado a promulgar una Ley de Reforma Universitaria (Estatuto provisorio), el que entró en vigencia cuando, en marzo de ese año, fue elegido rector de la San Marcos, el eminente educador José Antonio Encinas, entre cuyas conquistas figuraba el cogobierno, la autonomía, la flexibilidad del plan de estudios, la admisión justa de estudiantes y docentes en la universidad, el cuidado de la salud mental del estudiantado, etc. Sin embargo, dicho régimen no duraría mucho tiempo porque en mayo de 1932, la UNMSM fue clausurada y su rector, deportado.
Entre mayo y junio de 1935, la UNMSM fue reabierta con un nuevo estatuto que volvió a las mismas condiciones de la Ley de 1928, por una maniobra de la dictadura de Benavides.
Al finalizar el gobierno de Prado, nuevos vientos soplaron en el ambiente universitario, demandando una nueva reforma universitaria. Así, con la ley N° 10555, el gobierno de Bustamante y Rivero, volvía al cogobierno, la autonomía, la flexibilidad del plan de estudios, la admisión justa de estudiantes y docentes en la universidad, el derecho a tacha de docentes, el sentido social de la universidad, entre otras conquistas académicas establecidas a partir de las ideas de José Antonio Encinas como parlamentario. Esta ley reconoce oficialmente a 5 universidades: la U. San Marcos de Lima, U. San Antonio de Cusco, U. de Trujillo, U. San Agustín de Arequipa y la U. Particular Católica de Lima. Sin embargo, esta ley no duró mucho tiempo; pues, en 1948, tras el golpe de estado de Odría se pone fin a esta ley universitaria.
En 1960, el segundo gobierno de Prado emite la Ley N° 13417 que mantiene el cogobierno, las Facultades, demanda la creación de ciudades universitarias y además, funda el Consejo Interuniversitario (CI), antecedente de la CONUP. Esta es la etapa de proliferación de universidades en el país, pues se crean en Huancayo, Arequipa, Cerro de Pasco, Cajamarca, Ayacucho, Ica, Iquitos, Huánuco, Puno, Huacho y Lima.
La Ley Orgánica de la Universidad Peruana N° 17437 del 18 de febrero de 1969 emitida por Velasco, proclama el carácter estrictamente nacional y científico de la universidad frente a los problemas del país. Crea el Consejo Nacional de la Universidad Peruana (CONUP), reemplazando al CI; integrado por los rectores de la U. San Marcos, U. San Antonio Abad, la U. de Trujillo, la U. de Ingeniería y la U. Agraria de Lima, U. San Agustín de Arequipa, U. Técnica de la Amazonía Peruana de Loreto, U. Católica del Perú y U. Cayetano Heredia de Lima. Depende del CONUP, el Fondo Nacional de la Universidad Peruana encargado de la administración y promoción económica y financiera cuyo Consejo Administrador dependía del Ministerio de Educación. Quedó abolido el cogobierno.Esta ley reconoce 22 universidades nacionales y 12, particulares.
La Ley Universitaria N° 23733 del 9 de diciembre de 1983, promulgada por Belaunde, crea la Asamblea Nacional de Rectores (ANR) con fines de estudio, coordinación y orientación general de las actividades universitarias en el país. En esta Ley, se reconocen 26 universidades nacionales y 09, particulares. Esta ley, tildada Ley Alayza-Sánchez, no fue aceptada por la comunidad universitaria y desató diversas movilizaciones a nivel nacional a lo largo del año 1984. La universidad de la época se vio envuelta en una profunda politización, sobre todo en la elección de autoridades, y se perdió el sentido de Ser de la Universidad.
Con el Decreto Legislativo N° 882, del 09 de noviembre de 1996 de Fujimori, se promulga la Ley de Promoción de Inversión en la Educación, y se crea el Consejo Nacional para la Autorización y Funcionamiento de Universidades (CONAFU) en enero de 1995. Al amparo de este decreto legislativo, el crecimiento de las universidades fue inusitado. Para el 2014, existen un total de 140 universidades, en su gran mayoría, particulares.
Politización y mercantilización de la universidad, es eso lo que ocurrió en los últimos 30 años. En ese ambiente de anarquía política y económica, ninguna institución puede cumplir íntegramente la sagrada misión de educar a la juventud, ni señalar al Perú su propia ruta histórica y moral.
De la misma forma, ninguna legislación universitaria, ha sido renovadora, mucho menos tuvo vigor. Mientras no participe la comunidad universitaria en su discusión cualquier ley no tendrá la necesaria energía para poder mancomunar a los miembros de la universidad.
Si hay algo que rescatar de la historia universitaria, es el espíritu, la energía y la médula de la reforma de 1931 en el Perú que fue mucho más íntegra y realmente educativa. Recuperar el Ser de la Universidad es una necesidad histórica, considerando que ella es la asociación de maestros, alumnos y graduados para estudiar, investigar y propagar todo lo relativo al conocimiento humano, con el propósito de que la colectividad alcance mayor provecho espiritual y material. (Encinas). Así se construirá una universidad social al servicio del país de todas las sangres.
Además de renovar la Ley Universitaria en el Perú, se requiere una reforma universitaria, que acumule sus energías desde la comunidad universitaria y sobre todo, desde los estudiantes. Así la Universidad coadyuvaría a la construcción de un Proyecto Histórico Nacional que orientaría los destinos del Perú.
(*) Profesor de la Universidad Nacional Micaela Bastidas de Apurímac (UNAMBA)
Fuente: Los Andes
Read more