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4/08/2014
La ex rectora de la Universidad San Ignacio de Loyola, Lourdes Flores Nano, asegura que la nueva ley universitaria tiene que tener como fin central fomentar la calidad educativa. Objetivo que según explica no se alcanzará con una superintendencia o normas prohibitivas; pero si con un sistema de acreditación adecuado y ofertas de calidad.
Abogada egresada de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lourdes Flores Nano siempre ha estado relacionada con el mundo de la política, pero también de la educación, a tal punto que en el período 2006-2009 ejerció como rectora de la Universidad San Ignacio de Loyola. En un momento crucial en lo que refiere a la nueva ley universitaria, Flores afirma que la clave es tener en claro ¿qué se quiere lograr?
La especialista asegura que la respuesta más urgente es la calidad educativa. Además, afirma que para alcanzar este objetivo es necesario olvidarse de la creación de una Superintendencia y enfocarse en fortalecer los sistemas públicos o privados de acreditación. Sobre este último punto declaró que hasta ahora varias entidades han incorporado iniciativas importantes, pero todavía hace falta involucrar más voluntad política.
En lo que refiere a la acreditación de las universidades, destaca como mérito que se trata de un autoestudio; por ende si se cumple con los requisitos establecidos las instituciones son evaluadas con rigor, e incluso se ofrecen una serie de correcciones o metas que la misma debe concretar para hacerse con la acreditación. Es decir, que implícitamente la acreditación obliga al cambio.
Flores agrega que con un sistema de acreditación que funcione de manera correcta no existe razón para crear normas prohibitivas o medidas proteccionistas. También señala que se debe poner fin al enfrentamiento universidad-empresa, porque la libertad de empresa ha permitido en el mercado una oferta de calidad sumamente diversa.
Finalmente, la especialista aseveró que para saber qué instituciones merecen recibir el título de universidad, se deben evaluar los siguientes estándares:
- Objetivos educativos, perfiles profesionales y competencias del egresado universitario.
- Infraestructura y planes de inversión tanto a corto como a mediano plazo.
- Docentes universitarios, grados académicos y especialidad.
- Grado de satisfacción del estudiante respecto del servicio que recibe.
- Percepción de la empresa respecto del profesional que egresa de la universidad.
- Niveles de investigación y generación de saber que la universidad desarrollar.
- Responsabilidad social de la universidad y de sus estudiantes.
Fuente: El Comercio
